El tema de hoy es un grupo terrorista surgido en los estertores del franquismo y desaparecido durante la transición. Una organización de efímera existencia, pues. Como lo fueron otros movimientos que se decantaron por la vía armada,que llevaron a cabo varios asesinatos y que tan rápido como aparecieron, desaparecieron para siempre. Salvo para quienes tuvieron a algún ser querido entre las víctimas mortales de estos grupos o quienes sobrevivieron a sus acciones, hoy casi nadie los recuerda. De hecho,me atrevería a decir que la gran mayoría de la sociedad ni se enteró de su existencia. Fueron grupos que pensaron en convertirse en vanguardia de una improbable revolución proletaria, pero la gente no sólo no les apoyó, sino que en muchos casos, como acabo de afirmar ni siquiera se enteró de su existencia. La inmensa mayoría de la sociedad española a comienzos de los 70 no estaba situada en la extrema izquierda (nunca lo estuvo), pero estas organizaciones creyeron poder captarla por medio de la propaganda y la lucha armada para la ideología marxista-leninista-maoísta. La gente después de muerto Franco quería paz,democracia, libertad y Estado del Bienestar, no participar en una lucha armada ni que España se pareciese a China o lo que era peor, a Albania, el país más pobre de Europa y uno de los más aislados del mundo. La estrategia del FRAP,-igual que posteriormente la de los GRAPO, los independendistas catalanes del EPOCA, gallegos de la Liga Armada Gallega y canarios del MPAIAC-, demuestra lo alejados de la realidad en que vivían. En una época en la que todavía existía el empleo estable y la posibilidad de acceder a una vivienda antes de los 30 y formar una familia (no cómo ahora), la gente no iba a tirar ese “bienestar” por la borda para enrolarse en una aventura liderada por elementos con una cosmovisión bastante irracional y dogmática y sin posibilidades reales de triunfar. La sociedad española estaba a otra cosa. También se ha especulado sobre quienes estaban detrás de organizaciones como el FRAP o los GRAPO. Se comentaba que había cosas extrañas, que no cuadraban, que posiblemente estuvieron manipulados por agentes provocadores que les llevaban a cometer atentados que política y electoralmente beneficiaban a las fuerzas derechistas.Que quizás hubiese servicios secretos occidentales detrás, actuando como un gota a gota desestabilizador. Lo que se llamaba la estrategia de la tensión. No sólo en España. También, por ejemplo, en Italia, con las acciones de las Brigadas Rojas. En fin, sobre organizaciones como el FRAP siempre se cernirá una nebulosa de sospechas y misterios. Como un mal sueño, vinieron,nos angustiaron y después, se desvanecieron.
El Frente Revolucionario Antifascista Patriótico (FRAP) fue una organización terrorista de extrema izquierda creada a su vez en 1.973, por otra organización, el Partido Comunista (Marxista-Leninista), PC (M-L), liderada por el anciano ex-Ministro de la II República Julio Álvarez del Vayo (1.891-1.975). El PC (m-l) fue la primera escisión del Partido Comunista de España (PCE). La promovieron un grupo de militantes que rechazaba la política de reconciliación nacional del PCE de Santiago Carrillo, tendente a conseguir un fin pacífico del franquismo, llegando a acuerdos con sectores del propio régimen.
Aunque oficialmente, se formó en 1.973, el FRAP tiene su origen el 23 de enero de 1.971 en una reunión celebrada en París en un piso propiedad del dramaturgo Arthur Miller, amigo de Álvarez del Vayo. En esa reunión se concretaron los seis puntos programáticos en los que se basaría el FRAP:
- Derrocamiento de la dictadura franquista y expulsión de las tropas estadounidenses del territorio español.
- Establecimiento de una República Popular y Federativa que garantice las libertades democráticas y los derechos para las minorías nacionales.
- Nacionalización de los monopolios y confiscación de las propiedades de la oligarquía.
- Reforma agraria que expropie a los latifundistas.
- Liquidación de los restos del imperialismo español.
- Fundación de un ejército al servicio del pueblo.
Entre 1.971 y 1.973 se formó una amplia red de cómites pro-FRAP en todas las regiones españolas.
Logotipo de la organización terrorista.
Denunció abiertamente el reformismo posibilista del PCE, al que acusó de revisionista y traidor, así como también a la desestalinización llevada a cabo por el presidente Nikita Kruschev en la URSS. Sus modelos a seguir eran la URSS de Vladimir Lenin y Iosif Stalin, la China de Mao y la Albania de Enver Hoxa.
El FRAP había ido creando una serie de organizaciones afines, por medio de las cuales iba actuando en el mundo universitario, como la Federación Universitaria Democrática Española (FUDE) o la Unión Popular de Profesores Demócratas (UPPD), en el mundo de los actores, con la Unión Popular de Artistas (UPA), o en el mundo obrero, con el sindicato Oposición Sindical Obrera (OSO).
La Unión Popular de Artistas participó en las huelgas de los actores de los últimos años del franquismo. Su publicación Viento del Pueblo, se realizaba clandestinamente en Madrid, a serigrafía y a varios colores.
Nº 35 de Vanguardia Obrera, órgano de propaganda del PC (m-l). La fecha es abril de 1.968. Faltaba un mes para aquella gran convulsión que sería el Mayo francés.
El 1º de mayo de 1.973, el FRAP lleva a cabo una movilización al grito de ¡Viva la República Democrática y Popular¡ y ¡Yankis fuera de España¡. Según cuenta Ernesto Milá, “En las inmediaciones de Atocha, se produjo un salto de manifestantes en el que quedaron aislados unos 500 asistentes a la manifestación rodeados por la policía. En el enfrentamiento resultó muerto a navajazos un subinspector de la Brigada Político-Social (BPS),-la policía política del régimen-, Juan Antonio Fernández. Otros tres policías resultaron heridos de gravedad y otros más, heridos leves. Trescientos participantes en la manifestación fueron detenidos (muchos de ellos, militantes del pc-ml).” Estos hechos tuvieron lugar aproximadamente donde se encuentran el monumento a los abogados de Atocha y el metro Antón Martín.
En el verano de 1.975, los análisis políticos del FRAP le llevan a cometer atentados contra miembros de la policía política y de la Guardia Civil. El 14 de julio de ese año, un comando del FRAP asesina a un miembro de la Policía Armada. Poco después, otro policía es gravemente herido y en agosto asesinan a un teniente de la Guardia Civil.
Lo cierto es que los miembros del FRAP no tenían la menor preparación técnica, no contaban con ningún tipo de infraestructura (pisos francos, etc) ante las Fuerzas de Seguridad del Estado, y tampoco contaban con un gran apoyo popular, pues a pesar de sus organizaciones pantalla, en la práctica, estaban bastante desligados de las masas.
Dos personas colocando una convocatoria organizada por el FRAP para las manifestaciones del 1 y 2 de mayo de 1.972.
Citando de nuevo a Milá, “otras acciones que llevaron a cabo fueron varios atracos en Valencia y Madrid, un intento de asalto al banderín de enganche de la Legión en Vallecas, lanzando varios cócteles molotov, y un pequeño incendio en la embajada uruguaya. Todos los comandos que llevaban a cabo acciones violentas, eran rápidamente detenidos, aunque hubieran logrado huir sin problemas del lugar de los hechos.”
Se celebraron dos consejos de guerra en los que se condenó a muerte a tres militantes del FRAP (Xóse Humberto Baena Alonso, Jóse Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz) en un juicio celebrado en la base militar de El Goloso, en Madrid. También fueron condenados a muerte dos militantes de ETA político-militar (Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui). Los fusilaron a todos el 27 de septiembre de 1.975 y fueron los últimos ejecutados por la dictadura.
Opuesto a todo tipo de pacto, su intransigencia llevó al FRAP a estar cada vez más apartado de los pactos y movimientos políticos que se estaban dando entre los opositores a la dictadura. Conscientes de su irrelevancia y de su falta de utilidad para la sociedad española a quienes decían representar, se autodisolvieron en 1.978.
Parece ser que durante todo el tiempo que existió, el FRAP estuvo dirigido desde Suiza por un matrimonio español.
Fuente: Wikipedia.
Bibliografía:
Alejandro Diz. La sombra del FRAP. Génesis y mito de un partido. Prólogo de Eliseo Bayo. Ediciones Actuales.1.977.
Mariano Muniesa. FRAP. Memoria oral de la Resistencia Antifranquista. H & P. Quarentena Ediciones. 2015.
Ricardo Gualino. FRAP. Una temporada en España. Ediciones Amargord. 2.011.
Tomás Pellicer. FRAP. Grupo armado. Martxoak 18 Kultur Ekartea. 2.010.
Equipo Adelvec. FRAP, 27 de septiembre de 1.975. Ediciones Vanguardia Obrera 1.985.