Sectas Católicas (III): El Camino Neocatecumenal.

Sin duda, una de las más activas  y mediáticas sectas católicas de las últimas décadas, esta organización, siempre esta en primera línea de actuación y movilización en todas las visitas que realiza el Papa a España, están entre los principales organizadores,etc.

Vamos a ver como funciona internamente esta organización, en esta transcripción, algo acortada que he hecho  del testimonio de un ex-adepto que he encontrado por Internet.

La convivencia empieza con un rito sugestivo llamado «Lucernario». La habitación queda completamente oscura durante unos minutos. Entonces un presbítero entra en la habitación sujetando un cirio Pascual encendido que rasga a través de la oscuridad. El sábado, después de una larga catequesis sobre como los Hebreos se prepararon para la Pascua, la celebración Eucarística, sigue el modelo marcado por el Neocatecumenado: un altar decorado con flores puesto en medio de la Iglesia con los hermanos de la nueva comunidad formada y rodeada de catequistas.

Durante la plegaria de los fieles, cualquiera puede rezar en voz alta, libremente, expresando sus sentimientos. Esta liberación aparente se convierte, sin embargo, en una espada de doble filo. Por una parte, el «hermano» se siente «liberado» o «realizado». Por otra parte, la persona se da cuenta de que cada persona allí, conoce todos y cada uno de los rincones de su vida y esto crea una dependencia ambigua.

La comunidad sigue un ritmo bisemanal formado por actividades para preparar celebraciones. Celebraciones religiosas de los sábados por la noche. Normalmente, después de 2 años se llega al primer escrutinio. Es en este escrutinio, donde los seguidores empiezan a revelar las profundidades de su alma y su corazón. Durante este rito, cada hermano o hermana, tiene que decir, cual es su cruz personal. Es el primer paso fuerte en el Camino y muchos abandonan. Pero los catequistas reafirman a los que quedan. «El señor te ha invitado», les dicen.

A partir de ese momento, la vida comienza a hacerse más asfixiante para los «elegidos», encontrándose cada vez más acogotados por la organización. Esta gente, después de pocos años, es incapaz de encontrar nada fuera del Camino y nadie más que sus «hermanos y hermanas» en su comunidad.

Un año después del primer escrutinio, en general, se afronta el «shemá» (escucha Israel). Aquí llevan a casa la idea de que una señal es necesaria y que esto se traduce en privarse de bienes.

 

Encuentro del Camino Neocatecumenal en 2009.

Kiko Arguello, el controvertido líder de la secta.

Pero, el punto decisivo viene con el segundo escrutinio donde el precatecúmeno debe tomar una gran decisión acerca de su vida en cuanto llamado a ser sal y luz. La convicción de que la salvación reposa sólo en el Camino se enfatiza incluso más; «fuera del Camino uno esta fuera de la Iglesia». «Fuera del Camino estarás con la muerte porque este es el camino que el señor ha escogido para tí». En el segundo escrutinio, la principal característica es la renuncia de los llamados «ídolos». Una vez que la comunidad ha pasado esta etapa, se les pide que devuelvan el 10% de sus ganancias. Esto se hace de la misma manera en que todas las colectas son hechas entre los Neocatecumenales. Las contribuciones se ponen en una bolsa, que por desprecio, es llamada la «basura»-dando un símbolo negtivo al dinero.

 

 Comunidades Neocatecumenales de parroquías.

Para finalizar el rito, el Camino tiene la «iniciación a la oración». Después de las correspondientes catequesís, el catecúmeno descubre o re-descubre la belleza de la oración.

El obispo de Córdoba en un encuentro con jóvenes del Camino Neocatecumenal.